Comentario
Gran organismo metropolitano para los asuntos de Indias, creado veinte años antes que el Consejo de Indias, fue la Casa de la Contratación, cuya primera sede se estableció en un almacén de las atarazanas de Sevilla (pues al principio la Casa era poco más que un almacén para depositar el dinero y bienes que llegaban de las Indias), pasando luego a unas dependencias contiguas a los Reales Alcázares, donde radicará hasta su traslado a Cádiz en 1717. Concebida inicialmente como agencia comercial de la Corona, a imitación de la Casa da India de Lisboa, perderá pronto este carácter para convertirse en el organismo rector y fiscalizador del comercio y navegación con las Indias. Sus funciones fueron aumentando paulatinamente, de manera que además de aduana, acabó siendo una especie de ministerio de comercio y una escuela de navegación (Haring). Organizó y controló el tráfico entre España y América, correspondiéndole hacer la inspección de los buques y autorizar la travesía, recaudar los impuestos de importación y exportación, conceder las licencias de pasajeros a Indias, preparar a los pilotos, levantar mapas y cartas náuticas, resolver pleitos relacionados con el comercio indiano, actuar como albacea de los bienes de personas fallecidas en Indias...
La ampliación de funciones motivó un paralelo aumento del número de empleados, de manera que a los tres funcionarios originales (contador, tesorero y factor), se añadirán muchos más, entre ellos un presidente (1579); algunos letrados asignados para los asuntos judiciales hasta que se crea en 1583 la Audiencia de la Casa; un piloto mayor para enseñar y examinar a los interesados en navegar a Indias (cargo que desempeñaron marinos ilustres como Américo Vespucio y Juan Díaz de Solís) y un cosmógrafo mayor para elaborar instrumentos náuticos. En 1552 se creó una cátedra de cosmografía y náutica, núcleo de una moderna escuela de navegación.
En 1687 la Casa contaba con 110 empleados, pues las funciones se fueron ampliando y diversificando a medida que aumentaba la intervención del Consulado de Sevilla en los asuntos estrictamente comerciales. En el siglo XVIII, en un proceso paralelo al del Consejo, perderá autonomía y funciones, que pasan a un intendente general marítimo, hasta que en 1790 se disuelve la Casa de la Contratación, sustituida por aduanas (juzgados de arribadas) en los diferentes puertos autorizados a comerciar con las Indias.